Parado estoy de nuevo, pelando cuero en la noche mas fría y mirando al cielo mientras contengo un suspiro; te espero sin ganas de esperar, enojado y egoísta anhelando una suplica tuya y así, minuto a minuto me voy muriendo un poco mas, me voy quedando con menos “yo”, paso del azul al rojo consumiendo lo que me queda de amor en este corazón boludo; y al final, al final del cuento no quedan ni machos, ni valientes, ni un tarado recordado con una sonrisa nostálgica, nos fuimos por la puerta de atrás y no nos queda nada, ni a mi ni a vos mi amor, nada.
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